Ayer vi a nuestro amigo Andrés y, no os lo vais a creer, ¡me dijo que estaba estresado! Si, amiguitos, a ese Andrés impasible, impertérrito, calmoso hasta la extenuación, ¡le afecta el estrés de su boda como al resto de mortales! Ese Andrés que, cuando nos invadieron las ratas en nuestro piso de Valencia (bueno, más que una invasión, fue una avanzadilla de reconocimiento) y nosotros, exhaustos, nerviosos, sudorosos y con los ojos rojos de la ira tras perseguirlas y exterminarlas, salió con aire tranquilo y sereno de su habitación y nos dijo una de sus frases memorables: "Compreu-se un gat". Seguidamente, se dió media vuelta y entró flemáticamente a su habitación.
Bueno, os habéis dado cuenta de que me apetecía contaros esta anécdota y no sabía bien cómo.
En fin, me comentó que la cena es a partir de las 8:30, así que se supone que este ágape no se empezará muy tarde (que no nos pase como la boda de Raul, que llegamos cuando ya estaban todos sentados, dando la nota, como siempre).
Finalmente, para relajar un poco el tema, veamos un vídeo de lo que todos hemos sufrido: las fotos de la boda:
¿Le pasará algo parecido a Andrew?
Buenas Penya Toqueta, aqui os paso el enlace del post en el cual sale un banner sin musica ni animacion, espero que este os vaya mejor. felicidades por el blog y un cordial saludo
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