Lo primero es sacarlo del agua cuando antes y desmontarlo todo completamente: sacarle la batería, todas las carcasas... Esto es importante hacerlo lo más rápido posible, que no esté mucho tiempo en el agua; no se os ocurra encenderlo (si está encendido, pues al sacarle la batería se apagará) ni ponerlo a cargar.
En algunos sitios he visto que el orden de "desmontaje" es primero la batería, luego la tarjeta SIM y luego la tarjeta de memoria. Esto no lo puedo corroborar, pero, por si acaso, lo hacemos así.
Luego secamos las partes con un trapo o con papeles absorbentes (los rollos de papel de cocina pueden servir para esto).
A continuación, ponemos el móvil y sus partes en un recipiente con arroz, y dejarlo allí hasta que no tenga nada de humedad. El arroz absorbe el agua y la humedad, de forma que tras unas 24 horas, puede estar seco.
Esto parece que es la solución "casera". Por ahí he visto también que recomiendan que, en lugar de arroz, metamos el teléfono en alcohol isopropílico, moviéndolo bien para que el alcohol entre en cualquier hueco. Luego secar el móvil con una toalla o algodones y dejarlo secar al aire un par de días.
El alcohol isopropílico es uno de los productos que se se suele usar en limpieza de ordenadores y otros dispositivos. Este alcohol diluye el agua que pueda haber en el móvil y hace que disminuya la humedad. Tras secarlo, el alcohol que pueda quedar dentro se evapora.
De todas formas, si no tenemos este alcohol o no queremos usar esta opción tal vez un poco más agresiva, podemos usar el arroz. En este caso, luego, si queremos estar un poco más seguros, podéis secar el móvil con un secador de pelo. Pero, cuidado, secarlo con aire no muy caliente y muy suavemente (por ejemplo, tener en una mano el móvil y en otra el secador alejado, de forma que la distancia a la que lo secamos no notemos que nos quema mucho la mano).
Es importante no montarlo ni ponerlo de nuevo a cargar hasta que no estemos seguros de que está completamente seco, porque una simple gota de agua puede fastidiar algo por ahí dentro.
Si no funciona, he visto por ahí otro truco (total, de perdidos al río): meter el móvil, en intervalos de 10/15 minutos en el congelador. La lógica de esto es que las altas temperaturas hacen que los líquidos se solidifiquen y se sequen así los circuitos. Me imagino que lo mejor será ponerlo en una bolsa de plástico para meterlo en el congelador, y luego asegurarse de que está seco antes de montarlo o encenderlo.
Otra cosa que he visto por ahí, si todo esto no funciona, es desmontarlo y ver si hay algún resto de óxido entre los circuitos. Si es así, se puede limpiar con alcohol y luego secarlo bien (en caso de no tener ningún aparato especial para limpiar el óxido).
Todo esto es si se nos cae al agua dulce. Si se nos cae al agua del mar, la cosa es más seria, porque la sal fastidia bastante el asunto. He leído que lo mejor suele ser sumergirlo en algua dulce para quitar la sal y luego hacer todo el proceso que hemos descrito para secarlo e intentar recuperarlo.
Bueno, por lo menos, si nos ocurre esto, podemos intentar una recuperación de emergencia antes de tirar el móvil. Y, la próxima vez, ir con más cuidado ;-)
gracias por tu reportaje!
ResponderEliminarBonito blog, gracias por compartir, me gusta.
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