En ocasiones, las fotos de boda (las que se hacen con un fotógrafo profesional o en un estudio con los novios en plan poses y similares) puede ser aburridas o monótonas. Pero también se le puede echar imaginación para hacerlas diferentes y divertidas.
Resulta que Juliana y Ben se iban a casar, y su amiga la fotógrafa Amanda Rynda les preparó una sesión bastante "especial".
Para ver todas las fotos de la sesión (y ver cómo acaba la historia), podéis acceder a este enlace.
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