A veces nos podemos encontrar con que imprimimos una foto que hemos tomado con nuestra cámara digital y vemos que no sale bien. Una de las causas puede ser que, si hemos ampliado la foto (por ejemplo, porque hemos impreso únicamente una parte de la misma), hemos hecho que sean más apreciables los píxeles que la forman.
Para solucionar esto, cuanto más resolución en megapíxeles tenga la foto original que tomamos, más podremos ampliar sin perder calidad. No obstante, también ocupará mayor espacio. Si no vamos a ampliar una imagen, podemos determinar los megapíxeles a utilizar con la siguiente tabla:
De esta forma, podemos ahorrar espacio en la tarjeta de la cámara y en el disco duro, almacenando las fotografías con la resolución adecuada a lo que vayamos a hacer con ellas.
Normalmente, "cuanto más, mejor", aunque tampoco soy partidario de utilizar 10 MP si realmente no son necesarios. En lugar de comprarnos la cámara con más megapíxeles, puede ser mejor coger una con menos y que la cámara tenga mejor óptica, por ejemplo (como siempre, dependiendo del uso de nuestras fotografías: no es lo mismo si somos profesionales de la fotografía que si queremos la cámara para un uso personal).
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