Seguro que muchas veces nos ha pasado: estamos viendo una película en la tele por la noche y apenas oímos nada, por lo que subimos el volumen. De repente, pega un castañazo y aumenta el volumen de una forma exagerada:
Y eso sin contar con los anuncios, porque el aumento de volumen en esos casos suele ser de escándalo (a pesar de que creo que es una práctica prohibida por alguna legislación relativa a esto, pero como se saltan toda lo relativo al tiempo de los anuncios, protección infantil y demás, pues esto también, ¡faltaría más!).
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