- Llegada (demasiado temprano) al lugar del examen.
- Repaso compulsivo y totalmente infructuoso de los apuntes.
- Fase de cachondeo nervioso pre-examen.
- Entrada atemorizada al aula donde va a perpetrarse el examen.
- Reparto de los folios para el examen ("¡¿Cinco Folios?!", dicen algunos).
- Reparto de las hojas de preguntas ("En algo tan pequeño no pueden caber muchas preguntas", dicen algunos infelices).
- Vuelta de la hoja y descubrimiento de que usan un tamaño de letra 5 o más pequeño.
- Carcajada histérica.
- Resoplidos varios y llevadas de manos a la cabeza automáticas.
- Descubrimiento de que con lo (poco) que se recuerda no se puede contestar ni a la mitad de las cuestiones.
- Intentos vanos de copia (con el subsiguiente descubrimiento de que el de al lado tiene menos idea que tú).
- Fase de derrumbamiento, desesperación, impotencia y espera (ya que está feo entregar el examen tras solo diez minutos).
- Entrega del examen y huida del lugar del crimen.
- Fase de cachondeo nervioso post-examen.
- Fase de exclamación de palabras soeces ("Me la han metido doblada" y demás).
- Comparación de resultados (comprobando que no hay dos personas con las mismas respuestas).
- Fase de consulta compulsiva de los apuntes (cuyo único resultado es empeorar el estado de ánimo del consultante).
- Fase de declaración de principios: "Ya no voy más a… (Cálculo, Física, Algebra…)".
- Fase de negación: "¿Examen? ¿Qué examen? Yo no he hecho ningún examen".
- Fase depresiva post-traumática y elaboración de planes para eliminarla: "Necesito pegarle a alguien", "Necesito una sesión con el Doom II", "Necesito emborracharme", "Necesito una partida de rol"...
¿Qué, vosotros seguíais alguno, varios o todos estos pasos? ¿O simplemente seguíais el último: "Necesito emborracharme"? (otro día hablaremos de nuestras borracheras históricas, que alguna hay por ahí...).
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